Sin duda uno de los arqueros más excéntricos que ha tenido el fútbol chileno. Destacaba por sus grandes reflejos y su hipnotizante mirada, con la que él decía perturbaba a los rivales. Era un guardameta que jugaba para el público, le gustaba mucho que los hinchas disfrutaran con sus locuras y actuaciones. Su historia futbolística comienza con su debut, a los 15 años, en el Estadio Nacional, defendiendo los colores de Colo Colo, en un partido con Universidad Católica. Estuvo desde 1965 hasta 1972 en la tienda alba, saliendo campeón con el cacique en 1970. En 1973 se muda a Coronel para jugar una temporada por Lota Schwager. Y al año siguiente recala en Palestino, donde estaría hasta 1979. Destaca en esta etapa, el título obtenido con los árabes en 1978, donde el Loco fue una de las grandes figuras. Entre 1980 y 1985 vuelve a la Octava Región, pero esta vez para vestir la camiseta de Naval de Talcahuano. Y en el 86 regresa a Palestino, en su última parada por el fútbol nacional, ya que después partiría por un periplo que lo llevaría por Alemania y Estados Unidos. En 1989 dejó el fútbol activo y en 1993 falleció, tras suicidarse, agobiado por problemas personales. /HDF