La U y el bicampeonato de fin de siglo (2Da parte)

El título de 1999 reencantó a todo el mundo azul y consolidó el proceso iniciado por el profesor Cesar Vaccia. Tranquilidad y unidad en el trabajo entre dirigentes-cuerpo técnico, más la mantención de gran parte del plantel de jugadores fueron algunas de las claves en el camino para enfrentar el nuevo campeonato 2000. Además, a todos convencieron las caras nuevas que se integraron al equipo, como Ronald Fuentes, Ricardo Rojas, Mauricio Aros y el argentino Diego Rivarola.

Pero, a pesar de las altas expectativas iniciales el inicio del torneo sorprendió inesperadamente por lo irregular. El debut no fue bueno en el Chinquihue de Puerto Montt, donde el campeón rescató un pobre empate a uno. Y siete después, en el Nacional, los azules cayeron, por la cuenta mínima, con Cobreloa, resultado que despertó las primeras dudas. El problema ya se hizo evidente a la semana entrante cuando Palestino venció a los “Chunchos” por dos goles a uno, mostrando a un cuadro ansioso, y que no lograba encontrarse futbolísticamente en la cancha.

Recién, en la cuarta fecha, los monarcas se acordaron que eran los defensores del título y vencieron 3 a cero a Everton, en Viña del Mar. Fue el partido bisagra y el fin del rodaje, ya que de ahí en adelante comenzó una racha implacable de 12 partidos sin conocer la derrota, con victorias determinantes ante la UC y Colo Colo, y dos goleadas fortificadoras ante Coquimbo (6×1) y Santiago Wanderers (6×0). La seguidilla sólo se cortó en la ronda 18, con Palestino, que volvió a vencer a los azules, ahora por tres tantos a uno. La caída con los árabes dolió bastante y, si bien, se ganó a Everton, en el partido siguiente, las cosas no mejoraron mucho, ya que luego el equipo se inclinó ante O´higgins, sembrando algo de inseguridad en las huestes universitarias.
En esos momentos, apareció  la fibra del campeón, sobre todo con el importante aporte anímico de los jugadores más experimentados como Sergio Vargas y Pedro González. A lo que se agregó la conducción de Vaccia, para sacar lo mejor del grupo. Y así, los resultados no demorarían en llegar, victoria inmediata sobre Huachipato; dos revitalizadoras goleadas por 6 a 1, frente a Santiago Morning y 5×2 a Osorno; y un emotivo 3 por uno con Colo Colo, que fue como la final anticipada del campeonato.

A falta de seis fechas para el final del campeonato la diferencia que la U sacó sobre sus más cercanos seguidores (Cobreloa y Colo Colo) se hizo cada vez más inalcanzable, lo que coincidió con un cierto relajo del equipo. Es más a los azules solo les bastó con dos empates, con la UC y Coquimbo, para que a cuatro partidos del término pudieran matemáticamente coronarse bicampeones del fútbol chileno. 

Se terminaba así el ciclo brillante de Cesar Vaccia al mando de la Universidad de Chile, y la última estrella azul, en los denominados torneos largos, que registró un 68 por ciento de rendimiento (60 puntos en 30 encuentros). Un plantel sólido en todas las líneas y con un goleador de estirpe como Pedro “Heidi” González, que se convirtió en artillero del campeonato 2000, con 26 goles .  /HDF