La tragedia de Perquilauquén​

Enero de 1982, el nuevo año recién comienza y, tras las celebraciones, el fútbol se reanuda con todo en las diferentes canchas del país. En ese primer fin de semana de competencia las miradas están puestas en el duelo que juegan, a estadio lleno, Colo Colo y la UC. Pero cuando ambos elencos están en el campo de juego una terrible noticia golpea al mundo del fútbol, ya que se conoce la trágica muerte de Víctor Bórquez Miranda, alero izquierdo de Santiago Wanderers, quien fallece, tras ahogarse en las aguas del río Perquilauquén, mientras el equipo se dirigía hacia el sur, para jugar con Malleco Unido de Angól. 

Con las horas surgen más informaciones del drama que ha vivido el plantel caturro, el que en esa época era comandado por Jorge “Mosco” Venegas. Como a las seis de la tarde el bus que transportaba a la delegación se había detenido, justo antes del llegar al puente Perquilauquén, a un costado de la carretera Panamericana. Es que el cuerpo técnico y los jugadores querían estirar las piernas y refrescar el cuerpo, para paliar el calor que hacía a esa hora. En esos momentos Víctor Bórquez, como muchos de sus compañeros, se bajo del bus y, aparentemente, decidió descender hacia las aguas del río para mojarse un poco.

​Luego de largos minutos los demás jugadores retornaron al vehículo y ahí se percataron de la ausencia de Bórquez. Esperaron un poco  más y como no había señales comenzaron a revisar el lugar. En ese momento divisaron a un lugareño, quien les dijo haber visto a un hombre acercándose al agua. río arriba. Inmediatamente acudieron al sitio señalado y comenzaron a llamar a Víctor. La desesperación de los futbolistas se tornó dramática, sobre todo cuando el jugador San Martín descubrió semi hundido el cuerpo de Bórquez, en un recodo del río.  Entre todos, lo rescataron de las aguas y trataron de reanimarlo, pero no hubo caso, su malogrado compañero ya había  había  fallecido. La desolación y la rabia los embargó a todos, incluso mucho no pudieron soportar el llanto, no entendían y aceptaban lo que había ocurrido.

Días después, en multitudinaria misa en Valparaíso; dirigentes, cuerpo técnico, jugadores e hinchas despedían los restos del jugador de Wanderers. Luego su cuerpo sería trasladado a su natal Puerto Natales, ciudad, que poco tiempo más tarde lo homenajeó poniéndole su nombre al estadio principal. 

Hasta el día de hoy transportistas, delegaciones deportivas y fanáticos de Wanderers se detienen en la animita que existe en el puente Perquilauquén, para dejarle flores a Víctor Bórquez, El jugador tenía 25 años cuando falleció y en su corta carrera profesional vistió profesionalmente las camisetas de Everton, Ferroviarios  y la del “decano”.  /HDF