Corría enero de 1963 y Jorge Fuenzalida Retamal o el “Huaso” como le decían cariñosamente sus compañeros de Santiago Morning estaba particularmente contento, ya que figuraba como segundo mejor goleador del campeonato de primera división. De hecho llevaba 22 tantos, cuando ya se había jugado la novena fecha de la segunda rueda del torneo 1962, Un logro que lo llenaba de satisfacción, ya que lo suyo eran los goles. Así fue desde sus primeros partidos por el “Chago·” (también sus primeros en el fútbol profesional), por allá por 1956, cuando ya en la tercera fecha mostró sus dotes de goleador en un partido con Unión Española.
Ese era su séptimo año entre los “Bohemios”, período en el que le tocó vivir muchas experiencias, tanto de las buenas, como de las no tan buenas Ese año del debut vivió la amargura del descenso, la primera del cuadro “autobusero” en toda su historia, algo que lo marcó bastante, como a todo ese plantel. Pero también pasó por esos tres largos años en que el Morning tuvo que batallar en el ascenso, para finalmente conseguir el boleto de regreso, a fines de 1959. Y en toda esa dura etapa en segunda división siempre fue el goleador indiscutido del equipo (tercer goleador del ascenso, en 1957, con 17 dianas; segundo goleador, en 1958, con 23 tantos; y goleador del torneo, en 1959, con 22 anotaciones). a pesar de que a principios de 1958 sufrió una grave fractura de tibia y peroné, que lo tuvo varios meses alejado de las canchas. Pero, independiente de todo, fue, sin duda, uno de los pilares en esa vuelta a primera del 59, donde comandó un tridente ofensivo letal junto a Rodríguez y Leiva.
La experiencia en el ascenso lo formó como eje de ataque y le sirvió para explotar, tras el regreso a la división de honor. De hecho, ya desde en 1960 comenzó a aparecer en todos los rankings de delanteros destacados y su peligrosidad en el área era una preocupación constante para las defensas rivales. Como se ve, no cabe duda de que su carrera iba en ascenso, incluso en enero de 1962 tuvo el honor de reforzar a Colo Colo en un cuadrangular internacional en el que enfrentaron a los brasileños de Botafogo. Y para completar el cuadro hay que decir que a medidos de ese enero de 1963 firmaría un nuevo contrato con el “Chago”, con mucho mejores condiciones para él, producto de sus exitosas campañas como artillero.
Un mal paso en la ruta
Lamentablemente, para el “Huaso” ese ascenso expectante de su carrera futbolística se truncaría, de manera fatal, la madrugada del 14 de enero de 1963, en un desgraciado accidente en la carretera norte, a ocho kilómetros de Los Vilos. Fuenzalida venía de regreso de La Serena, donde habían derrotado al elenco local 1 X 0. El viaje lo hacía en un taxi, junto a otros jugadores, entre los que figuraban Fernando Rodríguez, Constantino Mohor, Isaac Carrasco y Humberto Cruz.. El grupo había solicitado volver a Santiago en auto, ya que varios tenían compromisos personales en la capital. Y a la altura de un lugar denominado “Mal Paso” el auto chocó, de frente, con un camión quedando gravemente lesionados Mohor, Rodríguez y Fuenzalida. Rato después, cuando el “Huaso” era trasladado a Santiago, debido a las graves lesiones, su cuerpo no resistió más y falleció, a la altura de Pichidangui.
Ese fue el triste final de este destacado futbolista y goleador de Santiago Morning, que se fue a sus 25 años, dejando una profunda huella entre sus compañeros de equipo y en la institución bohemia. El impacto en el medio futbolero fue hondo, así lo reflejó el imponente funeral en que se despidieron sus restos mortales, días después en Santiago. HDF/MrPipa
Nota: en la foto de abajo (delantera de Santiago Morning, en 1960) Jorge Fuenzalida es el tercero, de izquierda a derecha.
