Corría 1980 y Rancagua vibraba con la brillante actuación de O´higgins, en la Copa Libertadores de América, donde la recordada escuadra celeste alcanzaría nada menos que las semifinales del torneo continental, sólo inclinándose ante equipo grandes y “coperos” como los paraguayos de Olimpia y Nacional de Montevideo. Mientras eso ocurría en la ciudad histórica, a sólo 16 kilómetros de allí, en el pequeño pueblo de Lo Miranda, ubicado en la comuna de Doñihue, un curioso personaje llamado Segundo Fuentes, que era el gerente de la empresa Súper Pollo (hoy Agrosuper) maldecía la suerte de los rancaguinos y, a la vez, tramaba algo muy especial, crear un equipo de fútbol que pudiese competirle a la escuadra minera.
Así, entre envidias y sueños, saltaba a la vida el Súper Lo Miranda, el que en pocos meses comenzó a labrar su destino en la naciente tercera división del fútbol chileno. Los primeros años fueron duros, ya que primaban más las ganas que la calidad futbolística, pero todo cambió en la temporada 1983, cuando el equipo encontró algunas claves de funcionamiento colectivo y realizó una destacada campaña. Lo mejor de todo es que el “Súper” se metió en la liguilla final, donde debía enfrentar difíciles rivales como Iván Mayo, Independiente de Cauquenes, Defensor de Casablanca y Deportes Laja. Y el sueño se hizo realidad, se logró el ascenso de forma invicta, lo que hizo estallar de locura no sólo a jugadores y dirigentes, sino también a todo el pueblo. Ahora venía la consolidación del proyecto.
En 1984 Súper Lo Miranda ya está en segunda división, y lo que se vive en Lo Miranda es un verdadero boom del fútbol, nadie se pierde los partidos del equipo, tanto que es necesario agrandar un poco el pequeño estadio, que no da abasto para recibir a los cientos de hinchas que acuden a alentar al “elenco avícola”, que por lo demás se ha reforzado bien para enfrentar este nuevo desafío. Pero el dinero no parece ser problema, ya que detrás está la empresa que aparentemente apoya, con todo ,esta cruzada.
Y el rendimiento aunque no resulta ejemplar ni inolvidable, da para que el el equipo termine clasificando a la liguilla por el ascenso a primera, teniendo que enfrentarse a Unión Santa Cruz, Curicó Unido y Unión La Calera. La expectación es grande, sin embargo, esta vez ya estamos hablando de cuadros bastante más competitivos, por lo que finalmente el “Súper” termina perdiendo su opción de subir a la categoría de honor, privilegio que ganarían en cancha los caleranos.
Pocos meses después del frustrado ascenso a primera, sobreviene lo impensado y se destapa una olla de aquellas en Lo Miranda, ya que la administración de club hace agua en sus finanzas. ¿Qué había pasado? los dirigentes habían hecho un uso no autorizado de platas de la empresa, para poder pagar los sueldos de la plantilla, lo que implicó, a la larga, una investigación y un frenazo en la entrega de recursos al equipo. Al año siguiente, 1985, Súper Lo Miranda acusó el impacto de la crisis y terminó como colista de la segunda división, lo que significó el triste regreso a tercera.
Así, de la noche a la mañana, se hizo humo todo el gran esfuerzo desplegado y se fue para siempre la legítima ilusión de un pueblo chico, pero con sueños de grande. Finalmente los restos del “Súper” agonizarían algunos años más, hasta su disolución definitiva en 1994. /HDF