Jaime Ramírez, el primer jugador polifuncional

Jugaba por derecha, izquierda, pegado a la banda,  como delantero y también en algunas ocasiones hasta de lateral adelantado. Lo ayudaban su gran condición física -podía correr todo el partido-, su técnica con el balón y su temperamento de lucha, que lo llevaba a no dar pelota por perdida. Su carrera parte en Universidad de Chile, donde estuvo entre 1950 y 1952. Luego, a los 22 años, es fichado por Español de Barcelona, en 200 mil dólares, toda una fortuna para la época. En 1954 vuelve a Chile, para enrolarse en Colo Colo donde estuvo tres años, compartiendo con figuras como Jorge Robledo y Enrique Hormazábal. Posteriormente regresa a España, pero ahora para jugar por el Granada, donde realiza aceptables actuaciones. Sin embargo, en esta segunda incursión europea tampoco logra acostumbrarse, por lo que vuelve nuevamente al país, ahora para integrar una de las mejores escuadras en la historia de O´higgins de Rancagua. Después vendría su participación en el Mundial de 1962, donde fue titular indiscutido del equipo que obtuvo el tercer puesto, suceso que lo inmortalizó para siempre y que un año más tarde lo llevaría a su tercera experiencia internacional, vistiendo las camisetas de Racing de Avellaneda, Español de Barcelona (por segunda vez) y el Hospitalet suizo. 
​En 1966 vuelve a la U y en la siguiente temporada parte a Talcahuano, para fichar por Huachipato, cuadro que estaba armando un equipo ultra competitivo, para poder tener un digno estreno en primera división. Tras la experiencia con la usina viene su última etapa en el fútbol profesional con Pelestino y finalmente con Unión San Felipe. /HDF