Era fines de 1949 y estallaba una polémica de proporciones en la Asociación Central de Fútbol, ya que el descendido Badminton alegaba que no le correspondía bajar a segunda división, ya que existía un acuerdo formal de que los clubes fundadores del profesionalismo no podían salir de la serie de honor, a menos que salieran últimos tres veces consecutivas. Por su parte, el campeón del ascenso, Unión Ferroviarios, reclamaba su justo derecho a estar entre los grandes del fútbol chileno, ya que había ganado en cancha y con gran esfuerzo ese digno mérito.
El organismo rector del fútbol nacional decidió, dado el contexto, optar por una solución salomónica, al proponer que si ambos clubes deseaban jugar en primera debían fusionarse. Así, un poco a regañadientes, nació al mundo el nuevo club Ferrobadminton, que mantuvo los colores del “Rodillo” y cuyo estadio fue el viejo San Eugenio, recinto de Ferrocarriles del Estado, que estaba ubicado en pleno sector de Estación Central.
La historia futbolística de “Ferro” estuvo marcada siempre por la irregularidad. Al principio, dos años flojos (50-51) y luego un tercer lugar histórico, en 1952, donde comparte esa posición con Audax Italiano. Después, vuelve a la medianía el 53, y el 54 nuevamente se mete entre los cuatro primeros.
Sin embargo, en los 10 años siguientes el elenco fusionado deambula casi siempre entre la medianía y el fondo de la tabla, con bajo rendimiento y magros resultados. Quizá la última excepción ocurre en 1959 cuando los de la franja azul terminan en el quinto lugar, en un reñido final de campeonato, donde el título se disputa, hasta el final, entre varios aspirantes como el mismo Ferro, Universidad de Chile, Colo Colo, O´higgins y Wanderers.
En 1964, Ferrobadminton cae a segunda división, después de una campaña para el olvido, donde apenas gana 9 de los 34 partidos, llegando sólo a 23 puntos. Sin embargo, al año siguiente, logra el título del ascenso y vuelve a primera, en gloria y majestad, con la convicción de no volver a cometer los mismos errores del pasado. Pero lamentablemente, la historia vuelve a repetirse, casi con calco, ya que en el torneo 1966 “Ferro” nuevamente termina de colista absoluto con iguales 23 puntos en 34 partidos.
Ya en segunda división y luego de actuaciones siempre irregulares le cae el telón a Ferrobadminton un 8 de enero de 1968, cuando los dirigentes del antiguo Badminton deciden dejar sin efecto la fusión artificial de 1950, para re instalarse en la ciudad de Curicó, sembrando las raíces de lo que después sería el Curicó Unido. Por su parte, Unión Ferroviarios seguiría su camino en el ascenso, para después cambiar varias veces de nombre (Ferro Norte, Ferro Arica, Talagante-Ferro), hasta el actual Ferroviarios, que integra la tercera división B de la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA). /HDF