La maquinita de juego del Colo Colo Campeón de la Copa Libertadores de 1991 fue un esquema altamente innovador para esa época, que como suele pasar generó dudas y resistencias en el medio local. Se trataba de un 3-4-3 que dibujaba tres rombos sobre la cancha y que se sustentaba en un grupo de jugadores que tuvieron que conocer a la perfección la dinámica de juego y los movimientos tácticos.
Todo partía con José Daniel Morón bajo los tres palos, quien era secundado por un líbero moderno y ágil como Lizardo Garrido. A ambos lados el “Chano” contaba con Miguel Ramírez y Javier Margas, quienes apoyaban en la marca de los punteros del rival. En el sector medio estaban Eduardo Vílchez, para las labores de quite, y dos laterales volantes de gran versatilidad y proyección como Gabriel Mendoza y Jaime Pizarro; a los que se sumaba Rubén Espinoza, quien las oficiaba de una especie de volante creativo. Y en ofensiva Patricio Yáñez, Ricardo Dabrowsky y Marcelo Barticciotto completaban la oncena con todo su poder de desborde y definición. /HDF