A mediados de 1978 regresaba a Chile uno de los jugadores emblemáticos de nuestro fútbol, en esa época. Hablamos de Carlos Humberto Caszely, quien, luego de brillar en el Colo Colo 73, había partido al Levante español, en una transferencia millonaria e inusual, en esa época, para estos confines. El “Chino”, que había debutado por Colo Colo, en 1966, y que luego había participado en los títulos albos de 1970 y 1972, llegó como una estrella al pequeño equipo europeo, donde en una fría tarde de lluvia se estrenó en canchas europeas en la victoria de su equipo por uno a cero. Ese sería el inicio de dos años con los levantinos, donde anotaría 41 goles en 56 partidos (entre segunda y tercera división). transformándose en ídolo por su carisma inigualable, sus goles espectaculares y las polémicas declaraciones que, de tarde en tarde, salían de goleador chileno. Después emigraría el Español de Bracelona, donde jugaría tres años en la primera división, marcando 29 tantos en 61 partidos (entre Liga, Copa del Rey y UEFA) y siendo el artillero del equipo en la temporada 75-76.
La vuelta al Colo Colo de sus amores lo llevaría, al año siguiente (1979) a levantar un nueva corona, y a terminar con la larga sequía de títulos de los albos, quienes por siete años no pudieron levantar ninguna copa. Más tarde vendrían nuevos títulos en 1981 y 1983, la marca de tri-goleador del torneo nacional entre 1979 y 1981 y el récord de 208 goles en partidos oficiales, que lo catapultan como el máximo anotador del cacique en toda su historia.
En 1985 se retira oficialmente del fútbol, pero tiene una fugaz vuelta en 1986, cuando acude al llamado de Luis Santibáñez, para integrarse al Barcelona de Ecuador, donde se inscribió con 4 goles en ocho partidos.
En la Roja tuvo una brillante trayectoria de 16 años, participando en eliminatorias, campeonatos mundiales (Alemania 1974 y España 1982), y Copa América (fue parte del plantel sub campeón de 1979). En total actuó en 49 partidos, anotando 29 tantos (es el quinto máximo artillero de la selección, después de Marcelo Salas, Iván Zamorano, Alexis Sánchez y Eduardo Vargas). Con la casaquilla nacional se recuerdan varios episodios que quedaron en la memoria de los hinchas, como la tarjeta roja que sufrió en el partido con Alemania, en 1974, que lo inmortalizó como el primer jugador expulsado en la historia de los mundiales; la brillante actuación en la Copa América 1979, donde sería designado como mejor jugador; los espectaculares goles en la emotiva campaña eliminatoria para España 1982; y el penal errado frente a Austria, en esa misma copa del mundo, que, para bien o para mal, terminaría marcando su carrera. /HDF